Cuando creamos el proyecto, y buscábamos el nombre, escribí en una hoja las palabras que me apetecían. Entre ellas estaban Pampa y Alsacia (mis yeguas), amor, pasión, suerte, vida, ilusión, alegría, cuidar, aprender, sueños. Cuando las vi todas, empecé a tachar las que me parecían demasiado generales, como amor y pasión. Y cuando quedaban las que más me gustaban y representaban, enseguida entendí que había dos grupos.
En un grupo estarían las referentes a mi vida, y en otro las que yo quería transmitir con mi proyecto. Las referentes a mi vida, eran Pampa, Alsacia, vida y fortuna. Me siento súper afortunada de estar viviendo lo que siempre soñé con Pampa, mi yegua de toda la vida, y Alsacia, mi potra soñada.
Y en el otro grupo quedaban tres palabras: Cuidar, sueños e ilusión. La unión de ellas forma el lema “Ilusión por cuidar los sueños”, que es precisamente lo que quiero transmitir a mis alumnos. Quiero que sepan, que como yo un día soñé ser alguien para los caballos y otras tantas cosas, si tienes ilusión por cuidar esos sueños, por cultivarlos y mimarlos, una mañana te levantas pensando en la suerte que tienes de estar viviendo tus sueños.
Cuando pensaba si tachar o subrayar cada una de las palabras que había escrito en la hoja, hubo una que tenía clarísimo que era parte de mi esencia y no podía faltar. Esa palabra era CUIDAR. Alrededor de ella, lejos de tacharla, hice, nada más y nada menos, que dos corazones y siete rayas. De ahí viene el nombre. Cuidar a mis yeguas, cuidar mis sueños, cuidar cada segundo, cada detalle, cuidar mis actividades pensando en lo que a mi me habría gustado, cuidar de mis alumnos, ayudarles a darse cuenta de que serán lo que quieran ser, transmitirles la importancia de cuidar lo que llevamos dentro para que se haga grande.